Un destino de moda gracias a Juego de Tronos y al turismo de cruceros, pero que no defrauda: es sin duda una de las ciudades más bonitas de Europa. Tiene historia, cultura y playa, además de precios razonables.
Para disfrutar de las mejores vistas, lo mejor es hacerlo desde sus murallas, muy bien conservadas y extensas: casi 2 kilómetros rodean el casco viejo hasta su encuentro con el mar.
El motor de Portugal sigue siendo bastante desconocido a pesar de su cercanía. A nosotros nos encanta, y ya hemos hablado de él en el blog: leer aquí la guía de Oporto.
Las mejores vistas se obtienen cruzando hasta Vila Nova de Gaia, aunque la ciudad oculta varios miradores repartidos por su casco viejo.
Alcanzar la cúpula de la basílica requiere estar en buena forma física. Aunque se puede utilizar ascensor, éste apenas cubre la mitad del recorrido, que en su totalidad serían 551 escalones.
El premio son esas increíbles vistas sobre Roma que hemos visto mil veces en las películas. Realmente inolvidable.
El punto más alto de la ciudad es el Campanile. Desde arriba, y tras haber esperado la pertinente cola (de momento no hay venta anticipada on-line) se puede apreciar en toda su extensión la maravillosa configuración de canales y edificios.
En la parte europea de la capital se sitúa el hotel Mármara de la plaza de Taksim, que ofrece unas hermosas vistas panorámicas sobre la ciudad, con acceso gratuito, y evitando las colas tan habituales en la torre Galata.
Más info sobre Estambul en nuestra guía alternativa de la ciudad.
No podía faltar en la lista una de las vistas más icónicas de nuestro país, la de la Alhambra desde el Albaicín. Mejor al anochecer, siempre con mucho ambiente, música y a ser posible disfrutarla con una cerveza en la mano.