La capital de Estonia es un destino turístico en alza.
Destaca por su precioso casco antiguo medieval, que se puede admirar desde varios puntos escondidos en sus calles.
La capital escandinava se expande a lo largo de 14 islas.
Esta característica multiplica los lugares desde los cuales disfrutar de una vista parcial de la ciudad. Como en la foto, tomada desde el Palacio Real.
La Torre Redonda, en el centro de la ciudad, y la Iglesia de Nuestro Salvador, en ChristiansHavn, son dos estupendos lugares para apreciar el equilibrio entre arquitectura vanguardista y edificios históricos.
Más detalles en nuestra guía de la ciudad.
El Sky Bar del Radisson Blu Hotel es el mejor lugar para ver atardecer.
Está situado en el piso 26, en una ciudad donde no abundan los rascacielos.