Viajar con niños a Copenhague: 5 planes gratis que debes probar
Copenhague es una de las ciudades europeas con mayor poder adquisitivo y eso se nota en los precios (el salario medio en Dinamarca es de alrededor 60.000 euros mientras que en España no llega a los 30.000€ anuales). Por lo tanto, para un español medio viajar aquí es francamente caro, pero, por otro lado, me parece el destino perfecto para ir con niños ya que es una ciudad que prioriza a la infancia y en la que hay un montón de experiencias para ellos y… ¡muchas de ellas gratis! Así que ahí va nuestro top cinco de planes gratis para niños en Copenhague:
1. Visitar La Sirenita
Sonará a tópico, pero es que para ellos también es uno de los monumentos turísticos más conocidos de Europa y estarán deseando verla. Además, el mundo sirena tiene algo mágico para los niños que, aunque no hayan visto la película de Disney, les encanta todo lo que tiene relación con ellas. Antes de ir a Dinamarca, leedles el cuento para que se vayan ambientando.
Os recomendamos que el día que vayáis alquiléis bicis porque el paseo hasta allí es muy accesible y así el camino se les hará ameno. Suele haber mucha gente, paciencia y, por favor, evitad comentarios sobre si el tamaño decepciona, dejadles con su ilusión.
2. Parques públicos exteriores
En cuanto a parques equipados pensados para el juego libre y desestructurado nos dan mil vueltas, literal. Así que aprovechad a visitar alguno y dejadles disfrutad. Aquí los niños van vestidos con monos tipo de nieve que les cubre enteros para que experimenten, se manchen, y sean realmente niños. Si no tienes antes de viaje, al menos lleva un mono engomado para protegerles la ropa y que puedan jugar libremente.
La ciudad tiene muuuuchos parques, pero os recomendamos dos: por un lado, la zona de juegos del jardín de Rosenborg Castle que está en el centro y os puede servir de vía de escape para que suelten energía, está hecho a base de troncos y vallado para que jueguen tranquilos. Otro que os recomendamos encarecidamente es en el barrio de Norrebro, en el Norrebroparken – Playground, es alucinante, tiene un avión abandonado, bicicletas y triciclos para que puedan usarlo por pistas, columpios, zona de merendero, etc.
Si queréis alguna referencia más, apuntaros los parques de The Tower Playground y el de Urban Oase que tiene animales como ovejas, conejos, cabras, pollitos que se pueden ver y hasta tocar.
3. Visitar el zoo… desde fuera.
Eso es, si no tenéis tiempo para ver el zoo, o preferís ahorraros la entrada, no hay problema. Es posible ver bastantes de los animales desde fuera, por el parque de Frederiksberg. Sobre todo, se ve perfectamente la zona de los elefantes. Pero si continuáis rodeándolo, hay zonas que la valla permite ver sin problemas a muchos otros animales. Para nuestra hija fue como un juego ir descubriendo por donde podía ver más tipos de animales y se lo pasó en grande.
4. Ir en busca de los seis gigantes de Thomas Dambo
Ya os contamos en este post: Descubre los gigantes de Thomas Dambo en Copenhague la historia de estos trols gigantes hechos de materiales reciclados y escondidos por un bosque. Puede ser una buenísima opción para pasar un día con los niños entretenidos en la búsqueda, en contacto con la naturaleza y totalmente gratis, solo recuerda llevar algo de comer para poder hacer un picnic en el camino ya que no hay opciones por allí.
5. Parques públicos ¡cubiertos!
Lo que si aprovechamos a ver también en nuestra última visita fueron sus espectaculares bibliotecas con zona de ludoteca para niños. Otra de las cosas donde nos ganan por goleada. Pero además descubrimos algo que no tenemos en España, o al menos nosotros no conocemos: zonas de juego infantil… ¡cubiertas! Es decid, como columpios, pero donde el mal tiempo no les impide no ir.
Son gratuitos y súper equipados, dos de los que os recomendamos son Blegdamsremisen, que tiene un barco pirata, toboganes, pelotas, legos… todo adaptado y pensado para los niños, y el parque Ku-Be, con zona de escalada, toboganes, zona de plataformas, etc. vamos una auténtica pasada.
BONUS TRACK: Christiania
¿Christiania para niños? Pues para nosotros fue toda una experiencia ir con nuestra hija de 4 años, eso sí, de día. Le contamos antes que era una ciudad “libre, sin normas” y durante toda la visita iba con los ojos abiertos mirando todo sin preguntar nada. Al salir nos hizo muchas preguntas sobre lo que había visto, lo que nos dio pie a hablar de otras formas de vida, y al final sacó la conclusión que es mejor tener normas para vivir, algo que le recordamos a menudo y nos viene fenomenal en más de un “debate familiar”.