El Templo de Cielo, siente la energía del número impar
No tan internacionalmente conocida como la Ciudad Prohibida, Tiananmén o el gran retrato de Mao Tse-Tungn, Pekín (Beijin) tiene uno de los monumentos más bonitos que he visitado y considerado uno de los más bellos de China. Se trata del templo de cielo, al sur de la ciudad.
Para llegar hasta él tienes que pasar por el cuidado parque de Tiantan Gongyuan, cruzándote con grupos de gentes que bien estarán bailando o haciendo Taichí. Tras escalar unas no fáciles escaleras adornadas con flores, te toparas con el templo que denominan como la perfección entre la tierra y el cosmos.
En todo el recinto son visitas obligadas el Salón de la Oración para las Buenas Cosechas, la Bóveda imperial de cielo y el Altar Circular.
Construido en 1420, ocupa una superficie de 273 hectáreas (para que os hagáis una idea es 3 veces el tamaño del Palacio Imperial). Tanto las dinastías Ming como la Qing lo usaron para sus rituales de buenas cosechas, ya fuera para pedirlas o para agradecer los frutos recibidos.
Como curiosidad la suma de las losas que forman tanto la escalinata, las barandas, terrazas, etc. siempre son múltiplos de nueve, ya que en la cultura china es el número impar más poderoso.
La construcción del templo estaba basada en la creencia de que la Tierra era cuadrada y el cielo redondo, por eso todos los templos tienen esa forma circular y los colores que se utilizaban prevalecía siempre el azul para recordar al cielo. En el interior destacan por su alegre colorido de pinturas.
La sala de oraciones para las buenas cosechas está hecha en madera sin utilizar un solo clavo.
El templo es conocido como el más armonioso de toda China debido a su diseño usando las místicas leyes de la cosmología y la simbología de los números. No sabemos si será por las leyes del universo que rigen sobre su construcción, pero sí es cierto, que su visita proporciona una paz y una gran sensación de tranquilidad. Para sentir la energía del todo, colocaros en la piedra circular del centro de las terrazas con balaustradas, aquellas que no tienen ningún tipo de construcción.