Así lo definió un amigo, y no le faltó razón. Nada más entrar parece que estás dentro de un restaurante de los años 60 , con el glamour y la sofisticación que refleja la seria americana.
El nombre del lugar viene de la canción “Ramona” de Bob Dylan y es que la música es uno de los mayores atractivos que tiene el restaurante, puedes encontrarte desde a alguien tocando el antiguo piano que tienen ó que esté sonando una fabulosa selección de música rock. Otro de los alicientes son sus camareros con un look estiloso que están pendientes de ti y te ayudan a elegir en el menú.
En cuanto a la carta, tienes entradas variadas como raviolis recheados, espárragos frescos y batata dulce. Pero en nuestra opinión lo mejor son sus hamburguesas, es la especialidad de su chef Bruno Fischetti que antes trabajó en P.J. Clarke’s, puedes elegir entre la Hamburguesa Ramona y la Rocks OFF. Tranquilos, también hay opción vegetariana para los que gusten.
Otra cosa que le diferencia es su horario. De miércoles a sábados está abierto hasta las 2 de la mañana y el resto de días hasta las 12. Algo poco común en Sao Paulo.
Recuerda que cuando termines tú comida es visita obligatoria bajar a su planta baja a tomarte la “ultima” antes de irte a casa. Ahí Ramona cambia de nombre y se transforma en el Bar Estonia.
Restaurante Ramona: Av. São Luís, 282 São Paulo
Precio: Medio