Las cervezas de Brasil

Acostumbrados a la exclusividad de muchos bares en España, sorprende la variedad de cervezas que se ofrecen en cualquier boteco popular brasileño. Muchas marcas y normalmente nacionales, pues no en vano Brasil es el tercer mayor productor de cerveza del mundo.

En las barras no faltan nunca la Brahma, que es la más vendida, junto a Antarctica (Original) y Skol, que vendrían a ser algo así nuestras San Miguel, Mahou y Cruzcampo. Pero es habitual tener también otras marcas como Schin, Itaipava, Devassa, Serra Malte o nuestra preferida, Bohemia. Todas ellas, cervezas rubias suaves.

En un país tradicionalmente consumidor de cachaça, el gusto por la cerveza despega en el siglo XIX, con la llegada del Rey de Portugal y la apertura de la colonia al comercio. Primero bajo influencia inglesa, y después bajo la alemana, especialmente importante en zonas como Blumenau, que celebra desde 1984 la segunda mayor Oktoberfest del mundo. Finalmente en el siglo XX por las trabas e impuestos a la importación se crea una potente industria local.

Sin embargo, los últimos años la fiebre por la cerveza artesanal también ha llegado al país, con grandes productores ofreciendo cervezas premium como Eisenbahn (de Blumenau) o Karavelle, pero también fábricas más pequeñas que están lanzando productos de gran calidad: Madalena, Colorado, Baden Baden o Wäls, que el año pasado ganó dos premios en los World Beer Awards. 

Se pueden encontrar cervezas prácticamente de cualquier tipo: de trigo, tostadas o Weiss, o achampañadas. Además, en algunos casos como la línea de cervezas Colorado o la Bodebrown Cacau se utilizan ingredientes típicos brasileños.

También está creciendo la importación desde Europa y USA, y se están abriendo múltiples bares y tiendas especializados en cerveza, con catálogos de cientos de referencias. Las españolas Damm y Estrella Galicia son fáciles de encontrar en supermercados y locales, especialmente la marca gallega, que acaba de abrir su primera fábrica en territorio brasileño.