Curiosidades y mitos de Rusia y… ¡los rusos!
Imaginaros a un grupo de chavales a mediados de los 90 con sus palestinas envueltas al cuello hablando de cómo cambiar el mundo y filosofando sobre cómo podría haber sido Europa sí el comunismo hubiese triunfado. Alabando el éxito de la Revolución Rusa y lo ideal que sería estar en el centenario en Moscú para vivir “las celebraciones”, se prometen que pase lo que pase irán juntos en el año 2017 para “vivir ese momento histórico”. Pues bien, tropecientos años después, canas en el pelo, algún niño a cuestas y, otras ideas amueblando sus cabezas, cumplieron su promesa y allí fueron juntos de viaje. Tengo la suerte de conservar a mis amigos desde la adolescencia y de poder ser una de las que cumplió su palabra. Ahora sí, la idea romántica que teníamos de Rusia no tiene nada que ver con la realidad, para empezar ¡no hubo celebraciones significativas por el centenario!
Al salir del aeropuerto de San Petersburgo ves claramente que el capitalismo ya invadió las calles de la ciudad hace tiempo. Lo primero con lo que te topas es con un Starbucks, acto seguido un enorme McDonalds, aunque eso sí, te da la bienvenida en ruso a la ciudad. De camino al centro por la gigante avenida que lo une con el aeropuerto, te encuentras una gran nave de Coca Cola, de orbit, Toyota o un maxi centro comercial con algunas marcas como Media Markt y Alcampo, está claro que ya en el primer contacto nos dimos cuenta que no es la ciudad comunista que mis amigos y yo imaginamos muchos años atrás.
Al tener tantos años para pensar en un viaje, y reservar el destino para ello, analizas más cada paso que das por el país, y sobretodo, observas cada comportamiento. Sin duda, los rusos son diferentes, y muchos de los estereotipos que tienes antes debido a películas, libros, y un largo etcétera, se ven confirmados cuando consigues chapurrear con ellos algunas palabras en inglés. Primer topicazo confirmado: no hablan bien inglés.
Mitos de Rusia y de los rusos…
Un país tan bestialmente grande, con un clima tan extremo y que ha sufrido tanto históricamente deja irremediablemente huella en el carácter de su gente. La dureza en la vida de sus antepasados ha dejado mella en las generaciones actuales y eso les lleva a que de primeras no den la sensación de ser gente hospitalaria que disfruta con la visita de turistas extranjeros.
Otra curiosidad es que el servicio militar es obligatorio a la edad de 18 años, y a diferencia del recuerdo que tenemos nosotros de “la mili”, para ellos es un orgullo servir a su patria y por eso nadie “intenta escaquearse” para no ir.
Los rusos son personas muy supersticiosas, de hecho, hasta el extremo. Incluso los que no se definen como tal tiene tan arraigadas las costumbres que serán incapaces de contradecir esos hábitos. Algunas de las que más me llamaron la atención fueron por ejemplo:
- Que sí regalas un ramo de flores tiene que ser un número impar, si regalas número par consideran que rompes relaciones o... ¡que estás muerto!
- No se silba dentro de las casas, sí lo haces, consideran que deseas la muerte del dueño.
- Las solteras no se sientan en la esquina de una mesa, de ser así no se casarán en siete años.
- Aquí pisar accidentalmente una “caca” de perro da buena suerte, se considera que traerá éxito en las finanzas.
- Si pisas a alguien por casualidad, no te mosquees si te devuelven el pisotón, lo hacen para evitar una pelea. De no ser así se considera una afrenta seria.
- Y una de las más curiosas es que no se dan el dinero en metálico en la mano jamás, tienen que dejarlo sobre la mesa o sobre alguna superficie para recogerlo.
Seguimos con las curiosidades…
Las bodas tienen otro glamour, su principal preocupación son las fotos de recordatorio que se hacen. Por ello es normal ver a parejas en casi cualquier lugar de las ciudades posando. Después de hacerse fotos en sitios típicos acuden con la familia más cercana a tomar algo (no grandes banquetes). El tamaño de la comitiva que tengan en las sesiones de fotos te servirá para hacerte una idea del poder adquisitivo de la futura pareja.
La fechas de Navidad son diferentes, empiezan el 28 de diciembre y acaban el 6 de enero.
Los extranjeros ganan por ley la mitad que los rusos, y para poder tramitar la visa tienen que ganar al menos 100.000 rublos al mes y que la empresa contratante se encargue de realizar todos los trámites. Así se aseguran que la mano de obra que les llega es cualificada.
El sueldo medio al mes en Rusia es de unos 40.000 rublos, aproximadamente 500 euros.
El 9 de mayo es la gran fiesta nacional, celebran el día de la victoria de la II Guerra Mundial y se aseguran que ese día siempre hará un día espectacular con sol brillante, para ello bombardean las nubes para que el día esté totalmente despejado y el desfile no desluzca.
Para ellos no existió la I Guerra Mundial, ya que por la revolución terminaron rindiéndose y sólo hay un monumento que hace referencia a esta guerra en Moscú. Ellos tienen la “guerra patria” contra Napoleón y la “La gran guerra patria” que es la II Guerra Mundial “.
El primer McDonalds del país abrió un año antes de que cayera el comunismo.
Todos los niños sobretodo, sí viven en los pueblos y fuera de las grandes ciudades, saben montar y desmontar armas.
Otra de las cosas que te llamará la atención, es la mala calidad del servicio en hostelería. Tardan, traen las comandas a destiempo y, sobretodo, no son nada serviciales en el servicio. Esto se debe a que en la época comunista estaba mal visto la servidumbre, de hecho, no había restaurantes sino comedores sociales donde todo el mundo se servía así mismo. Está tan mal vista la servidumbre que hay familias adineradas que no tienen asistentes para que les hagan las tareas del hogar porque lo ven como un trabajo humillante.
Alucinarás con los souvenirs, ¡usan la imagen de Putin en situaciones inimaginables! Además tiene una obsesión con los osos, se debe a que tienen la idea de que fuera los extranjeros creemos que los osos andan sueltos por las calles de las ciudades, por eso "hacen bromas con imagen de osos", aunque yo antes de viajar allí nunca había oido esa creencia.
Algo que te costará ver es una sonrisa en la cara de rusos, su semblante siempre es serio porque para ellos es más sincera esa mueca que una falsa sonrisa. Eso sí, pese a su cara tan seria, no dudaran en echarte una mano sí tienen que ayudarte con un carrito de un bebe, sujetarte una puerta o demás acciones cívicas. Pero no esperes ni una media sonrisa de alegría mientras lo hacen, seguirán con esa cara de seriedad absoluta.
Los sitios están muy preparados para los niños, por eso pese a la idea que puedas tener a priori es un buen destino para viajar con ellos. ¡Los restaurantes están preparados desde una zona reservada para niños e incluso con una asistente para cuidarles! Atienden antes a los niños en los sitios que a los adultos, dándoles algún obsequio ya sea unas pinturas, un dibujo, etc. Cualquier cosa para entretenerles.