Se acerca la Navidad: de compras por Sao Paulo
Resulta extraño pasear en manga corta por calles atestadas de figuras navideñas, pero así es la navidad en latitudes tropicales. Y en un país que gusta tanto de comprar como Brasil la cuestión se va de madre: no solo cuenta con opciones casi infinitas, sino que gusta tanto el exceso decorativo que zonas completas de la ciudad son cubiertas en un estallido kitsch del que resulta difícil sustraerse.
En Brasil el comercio físico aún tiene mucha fuerza, aunque la venta por internet está creciendo y amenaza el modelo existente en las últimas décadas.
A pesar de todo, continua prevaleciendo el gusto por echarse a la calle en busca de gangas, especialmente cuando se acercan fechas señaladas: tener 20 millones de habitantes convierte en un infierno el tránsito por zonas como la calle 25 de março, donde las multitudes pueden llegar a ser incluso más agobiantes que las de la Plaza Mayor de Madrid en diciembre. Y por supuesto, también se llenan los shoppings, que tanto aman los paulistanos.
Vamos con las principales zonas de compra de la ciudad.
Zonas generalistas
- Calle Oscar Freire: Es de las 10 calles más caras del mundo, una de las pocas que han enterrado el cableado y la más exclusiva. Los mejores locales son codiciados por las marcas para ganarse la atención del cliente pijo con sus tiendas de diseño de techos altísimos y normalmente no demasiado concurridas.
- Augusta: Aquí domina un estilo más joven y alternativo, con decenas de pequeñas marcas locales luchando por hacerse un nombre.
- Vila Madalena: Si bien hay una gran concentración de ateliers, galerias de arte y otras tiendas "cuquis", en un paseo por el empinado barrio se puede encontrar muchas otras cosas, aunque no siempre a buen precio.
- 25 de março y Bom Retiro: paraíso de las compras populares, son ideales para encontrar regalo para el amigo invisible, otra de esas tradiciones importadas brasileñas. Falsificaciones de ropa de mayor y menor calidad, palos de selfie, tiendas de bricolaje, ópticas, disfraces...todo entre codazos, empujones y colas kilométricas para pagar. Pero nos encanta. En serio.
- Antigüedades: En los mercadillos de Benedicto Calixto los sábados, y Don Orione los domingos, se pueden encontrar auténticas joyas. También los domingos, decenas de puestos se distribuyen bajo el MASP, y de forma permanente hay muchas tiendas dedicadas a lo viejo entre restaurante italiano y restaurante italiano del barrio de Bixiga.
- Pop-up stores: Artesanos locales venden sus productos en ferias que se celebran periódicamente por toda la ciudad. Cada fin de semana hay alguna, como Mundomix o la semanal del Armazén da cidade, y la mejor manera de enterarse es consultar las redes sociales, con la web de CatracaLivre a la cabeza.
- Por último, no podemos olvidarnos de los inevitables centros comerciales: hay más de 60 repartidos por la ciudad, y siempre suelen estar llenos. Si nos tenemos que quedar con uno, sería con el de Higienópolis, construido con buen gusto y no tan pijo como los lujosos Cidade Jardin, JK o Iguatemi. En descargo de todos ellos, eso sí, decir que tienen una buena oferta gastronómica y maravillosas librerías, que por sí solas merecerían la visita.
Zonas especializadas
En São Paulo continua existiendo cierta gremialización en el comercio. Existen decenas de zonas dedicadas a ventas "temáticas", lo que debería facilitar la compra de ciertos productos, pero en realidad llega a saturar al comprador por el exceso de oferta.
- Nuestra favorita es la rua São Caetano, dedicada por completo, escaparate tras escaparate, a bodas y vestidos de novia, en un recorrido realmente bizarro y sobrecargado.
- En la rúa 7 de abril la especialidad son los artículos fotográficos, y si buscas informática u otros artículos tecnológicos, Santa Ifigenia es tu lugar. Eso sí, hay que ser cuidadoso: los precios pueden ser muy bajos, pero la calidad va en consonancia.
- También en Santa Ifigenia hay una zona de instrumentos musicales.
- En Liberdade, como no podía ser de otra forma, todo gira en torno a la cultura japonesa: de alimentación a decoración pasando por muñecos geek o comics manga, con el aliciente de tener en sus calles algunos de los mejores restaurantes de sushi de la ciudad.
- En la rúa Consolação lo que llama la atención es la sobrecarga de luz en decenas de tiendas. Efectivamente, allí se venden lámparas de todo tipo, tamaño y precio.
- Los principales equipos de futbol del estado (Palmeiras, Santos, Corinthians) han abierto tiendas en un radio de apenas 100 metros de la rúa Augusta, junto a Paulista.
- Si hablamos de alimentación, además del Mercado Municipal y la cercana zona cerealista, lo mejor es enterarse de cuál es la ferinha más cercana, con productos de proximidad a mejores precios. Cada barrio tiene la suya una vez por semana, y en ellas es casi imprescindible aprender a regatear.
- No menos curiosas son las calles dedicadas a uniformes, sombreros o artículos religiosos.
Resumiendo, en una ciudad tan loca su comercio no lo puede ser menos. El mejor consejo es que, si tienes algún tipo de interés especial, preguntes. Porque hay un lugar para cada hobbie en São Paulo. Solo hace falta encontrarlo.