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Madrí, Madrí, Madrí, pedazo de la España en que nací por algo te hizo Dios la cuna del requiebro y del chotis… Estos días estamos más castizos de lo normal y es que San Isidro hace que esta sintonía nos resuene en la cabeza mientras vemos a niños por la calle son su gorrita de chulapo y niñas luciendo con garbo su vestido de los chinos de tallas imposibles. Nos ponemos salaos y seguimos las tradiciones, barquillos comprados con música de fondo de organillo, rosquillas: las tontas, las listas, las de Santa Clara y las que se tercien y paseo por La Pradera nos hace sentirnos aún más madrileños. Este año el día 17 ya nos quejaremos, del tráfico, el cambio de temperatura radical de invierno a verano, la contaminación y todos aquellos temas que nos unen a los madrileños (de cuna o adoptados)… Y para no perder detalle de nada, revisa la programación de las fiestas en este link. Nosotros nos quedamos con el cierre, concierto de Joe Crepúsculo, Tomasito y Manu Chao el lunes 16 a partir de las 20.45 en La Plaza Mayor.
… Y si La Pradera te cansa y no te apetece nada acercarte a Las Vistillas, San Isidro tiene plan para todos. Los amantes de la música tenemos cita en Music & Dealers, un festival que aúna música, talleres, mercadillo, cine, actividades y un largo etcétera en la Plaza de la Cebada. Tienen una agenda tan amplia que han creado una app para seguirlo todo. Y si lo que quieres es un plan más tranqui, acude el lunes 16 a partir de las 19 horas al encuentro Poesía o Barbarie por San Isidro 2016 una Jam Poética en la que acudirán artistas invitados como Guille de Vetusta Morla y Zahara entre otros, y después habrá micro libre.
El progreso tiene estas cosas: la estación de Delicias dio paso hace más de 30 años al Museo del Ferrocarril, y desde hace un par acoge cada segundo fin de semana de mes puesto este mercado, tras verse desbordado en la ubicación anterior. Lo último en diseño, pero también ropa y muebles vintage y de segunda mano, food trucks y mucha, muchísima animación en uno de los mejores mercados de la ciudad.
Fue cine X y también redacción de periódico. Ahora, este palacete situado junto a la plaza de Tirso de Molina y apenas a unos pasos de la entrada al Ministerio del Tiempo es una de las propuestas más indefinibles y estimulantes de la ciudad: se come estupendamente bien, pero también es una tienda e incluso un hub cultural.
Toda la info aquí.
Si el Costello Club de Gran Vía se ha convertido en un clásico para los amantes de la música en vivo, su hermano gemelo va camino de hacerlo frente a Matadero, una zona cada día más de moda. ¿El secreto? Un bonito local, amplio y luminoso, y una cocina a buenos precios que abre ininterrumpidamente de la mañana a la noche. Vale lo mismo para tomar una tarta que una hamburguesa, un café que un gin tónic.