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Las mejores vistas de Río de Janeiro

Río de Janeiro será la ciudad de moda este verano. Se acercan los Juegos Olímpicos, otra excusa más para acercarse a una de las ciudades más bonitas del mundo. Uno de sus principales encantos proviene de su orografía única, llena de morros por aquí y por allá, omnipresentes y que permiten disfrutar de postales muy diferentes de la misma ciudad.


Consulta aquí la guía completa de la ciudad


Las vistas clásicas

Si hay dos lugares míticos, además de las playas, son sin duda el Cristo del Corcovado y el Pão de Açúcar, huecos obligados en la agenda del turista. Frente a frente, ofrecen vistas complementarias de la ciudad, y son especialmente mágicos al anochecer. Eso sí, suelen estar hasta arriba de gente. Aquí van algunos consejos:

  • Se puede subir al Corcovado de varias maneras. Recomendamos especialmente el tren, por el encanto que tiene y para evitar los atascos habituales en el acceso por carretera. Ya era un mirador antes de que se añadiera el icónico Cristo, y actualmente se está reformando el hotel que había en las inmediaciones para convertirlo en un centro turístico. Antes de subir, pregunta en tu hotel por el tiempo que hace arriba, ya que son habituales las nubes que limitan (o impiden totalmente) la visibilidad. Eso sí, una vez hayas subido las vistas son impresionantes, e incluyen Maracaná, Niteroi o el mismo Pão de Açúcar
  • Llegar al Pão de Açúcar es más sencillo, ya que se encuentra en una península relativamente cercana a Copacabana. En taxi, por ejemplo, no serán más de 40R$ desde Santa Teresa o Ipanema. Una vez allí, quedará la subida en dos tramos de teleférico (bondinho) hasta encontrarse con la playa de Flamengo a nuestros pies y el monte Corcovado enfrente. En días luminosos, quizá sea la mejor vista de la ciudad, con el sol inundando de colores el cielo al ocultarse tras el Cristo, mientras las luces se encienden en condominios y favelas. Si se dispone de tiempo suficiente, merece la pena acercarse a la cercana playa Vermelha y pasear por la ladera del morro de Urca. 

Así lucen el Pão de Açúcar desde el Corcovado, y el Corcovado desde el Pão de Açúcar


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Vistas alternativas

  • Ver anochecer en las rocas de Arpoador es uno de esos momentos que quedan grabados en la retina del que lo vive. La vista se pierde a lo largo de la playa de Ipanema, hasta llegar al monte Dois Irmãos, que sirve de telón de fondo al espectáculo.
  • La Vista Chinesa se ha hecho más conocida desde que apareció en la película "Río". Se llega tras un largo paseo por un parque protegido, o mejor (y más seguro) subiendo en taxi o coche. El templete que hace las funciones de mirador es de estilo chino, y da nombre al lugar.
  • En el barrio bohemio de Santa Teresa, elevado sobre la bahía, hay muchos rincones que ofrecen vistas parciales de la ciudad. El mejor de ellos se encuentra en el Parque das Ruinas, un centro cultural creado en torno a las ruinas de un antiguo palacete, que permite disfrutar de vistas sobre prácticamente toda la ciudad, incluyendo la zona Centro.
  • A ras de suelo, en la Lagoa Rodrigo de Freitas, también se disfruta de una panorámica espectacular al anochecer, desde dentro. Por ejemplo, sentarse a tomar una caipirinha en el Palaphita Kitch, uno de los bares de la zona, es un plan inmejorable.
  • Otras alternativas son el mirador de Santa Marta, situado más bajo que el Corcovado pero más cercano al mar, o el mirante de Leblon, creado sobre un entramado de madera sostenido en las rocas, al pie del morro Dois Irmãos y la favela Vidigal, con un par de chiringuitos donde tomar una cerveza, petisco o agua de coco. Para disfrutar de Copacabana en toda su extensión, hay que acercarse hasta el Fuerte.
  • Si se cruza hasta Niteroi se obtiene una vista completamente diferente, desde el otro lado de la bahía pero no menos bonita, con el añadido de poder disfrutar de la arquitectura de Niemeyer.

La Vista Chinesa

Desde el Parque das Ruinas se tiene una vista excelente de la Catedral

Bonus: Para los atrevidos

Si te gustan las emociones más o menos fuertes, existen otras opciones con las que disfrutar de vistas diferentes sobre Río.

  • Una de ellas es sobrevolar la zona sur en parapente, lanzándose desde Pedra Bonita, de camino a Tijuca. El helicóptero es más seguro y aún más espectacular: con salidas desde Barra de Tijuca ofrece recorridos más o menos largos sobre la costa, la ciudad o incluso el monte Corcovado. Lo contamos aquí.
  • Por último, no podía faltar el turismo de favela, que es una realidad guste más o menos. Además de hoteles y bares de moda, también ofrece vistas diferentes sobre la ciudad. Pero aunque cada vez hay más favelas "pacificadas" no deja de ser una actividad de riesgo y que provoca dilemas éticos. Se puede ascender por la Favela Vidigal hasta el morro Dois Irmãos en un camino de apenas dos horas, o montar en el Teleférico do Alemhão instalado para favorecer la movilidad entre algunas favelas del centro-norte. Menos peligroso en teoría es subir al elevador Cantagalo, apenas a tres calles de la arena Ipanema, aunque el creciente abandono en las instalaciones no auguran un futuro demasiado positivo para el turismo en el poblado de Cantagalo.

Como veis, tantas opciones que resulta complicado decidirse. Si tuviéramos que quedarnos con una sola quizá fuera el anochecer desde el Pão de Açucar, pero el ideal es aprovechar cada puesta de sol para conocer un lugar nuevo. La luz, el viento, el ambiente animado y hasta la música que todo lo inunda en Brasil harán el resto para que sea un momento inolvidable.

Maracaná desde el helicóptero