Infelizmente: la palabra más temida

 

Así es, si estás en Brasil y te dicen una frase que empiece con “infelizmente” tiembla, no te podemos dar otro consejo. Es la forma educada que tienen de darte una mala noticia y, de paso, eludir responsabilidades.

Cuando los brasileños usan el “infelizmente” parece que se refieren a un ente divino que les obliga a no mover un dedo y que tienen que obedecer obligándoles a no poder hacer nada por ti porque “infelizmente” se les escapa de su margen de actuación.

Después de escuchar el “infelizmente” podrás intentar razonar, justificar por qué no estás de acuerdo en algo, llevar documentación, pruebas o lo que se te ocurra para hacerles cambiar de idea, pero será inútil… Os lo aseguramos, será un camino sin retorno.

Eso sí, toda esta frustración que has sentido al escuchar la palabrita, la cara de memo que se te ha quedado siempre mientras veías como vocalizaban cada sílaba, mientras te dabas media vuelta y te volvías cabizbajo a casa, te será recompensado y devuelto multiplicado por mil cuando la uses tú por primera vez. Sentirás el poder, la fuerza y la satisfacción de decirle a alguien: INFELISSSMENTE… y, enhorabuena,  porque ese día será el primer día en el que dejarás de ser un turista para ser un ciudadano de hecho en Brasil.

Batman, vecino de Vila Madalena

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El jardin japonés de Buenos Aires

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